martes, 12 de enero de 2010

Eduardo González Viaña y las "Medallitas" de Gregorio Martínez

Nicanor Becerra Castañeda

El 26 de noviembre del 2009, el Congreso de la República condecoró al escritor Eduardo González Viaña, por su producción literaria. Días antes, Gregorio Martínez, en comentario periodístico (Perú21, 18.11.09) escribió su desacuerdo con este homenaje. Don Gregorio tiene el derecho a discrepar o no estar de acuerdo en decisiones de otros, mostrar o demostrar su antipatías o simpatías personales; pero no lo tiene para expresarse con intolerancia, arrogancia e irrespeto hacia un escritor como González Viaña; actitud poco consecuente de don Gregorio, pues días antes escribió "debemos denunciar la intolerancia que germina en la blogosfera con el pretexto de cautelar la moral". (Peru21, 16.08.09), en respuesta a las críticas a su obra "Diccionario Abracadabra".

El comentario de marras, debió ser una crítica con argumentos y razones; en realidad es un pasquín escrito con el hígado y pretende denigrar a González Viaña utilizando adjetivos poco usuales para expresar discrepancias. Gregorio Martínez lo califica como "cuentista de escritura vacía", "autor recóndito", "megalómano", "embustero", "plomazo", "malabarista verbal" y dedicado a "forjarse una fama". Además de estar en "contubernio" con Luis Alva Castro, Presidente del Congreso; quien al condecorar a Eduardo González con su "medalla de oro falso", estaría amortizando "deudas y favores". Don Gregorio, no quiere quedarse callado ante este "acto indecoroso", pues "el abogado cuentista", como él llama al escritor, no lo merece.

Pero Gregorio Martínez no sólo arremete contra González Viaña; con igual lengua o pluma filuda, lo hace también contra Luis Alva Castro, el Congreso (al que llama "instrumento del acto indecoroso"), los medios de comunicación que "promocionan" a González Viaña ("El Comercio", "La República", "El Peruano", "La Industria" de Trujillo, o "Últimas Noticias" de Pacasmayo, son "medios de baja estofa" para él), y por supuesto contra los miles de lectores de González Viaña, a quienes llama (nos llama) "tontos" y parte de una "cáfila confusa y dudosa".

El cuestionamiento a la aceptación de González Viaña a la Medalla del Congreso es la justificación; en realidad los misiles verbales de Gregorio Martínez están centrados en la exitosa producción literaria de González Viaña, a la que califica con gruesos adjetivos, concluyendo lapidariamente que nuestro escritor "jamás acertó en el trabajo novelístico". Y si es así, entonces ¿Por qué don Gregorio se ocupa de González Viaña? Su artículo -llamémoslo así- se ajusta a la expresión quijotesca "ladran, señal que Eduardo avanza".

En posterior artículo, don Gregorio ha castigado con el látigo de su desdén a quienes discrepen con él; curándose en salud, ha rechazando a "los corraleros" que pretendan acusarlo de "envidioso". Estamos de acuerdo, sus motivaciones contra González Viaña no son por envidia; si hay mucho de mezquindad, intolerancia e irrespeto. Los motivos más íntimos sólo él los conoce. Considero si, que es Eduardo González Viaña quien no tiene nada que envidiar a don Gregorio; el éxito literario alcanzado, el prestigio editorial, el cariño y admiración de sus miles de lectores, son el mejor desagravio para un escritor talentoso, creativo, humilde y comprometido con los desposeídos, la democracia y la libertad.
(Publicado en el Diario "Últimas Noticias" de Pacasmayo, el 25.01.2010)