lunes, 29 de diciembre de 2008

Inteligencia emocional y aprendizaje

INTELIGENCIA EMOCIONAL Y APRENDIZAJE
Nicanor Becerra castañeda

En los diversos escenarios de la vida: la familia, el barrio, la escuela o el centro de trabajo, conocemos personas con quienes nos relacionamos; con unos más fáciles, con otro más distante. Y lo es en la medida que nos sentimos bien con ellos o nos hacen sentir mal como respuesta a reacciones afectivas que se conocen como emociones. Y es que en gustamos de tener o hacer amigos de quienes siempre están alegres, optimistas, radiantes, felices; caso contrario, nos apartamos de personas dominadas por el enojo, el miedo, el fastidio o la tristeza.

En la práctica educativa observamos con frecuencia dificultades de aprendizaje en los estudiantes, asociado a estados emocionales negativos como miedo, enojo, inseguridad, tristeza o pesimismo, condicionando el fracaso escolar y la formación de niños ineptos socialmente; estados emocionales que tienen que ver directamente con el desarrollo de su dimensión o inteligencia emocional, adquirido desde el hogar y sus experiencias en la institución educativa.

La inteligencia emocional es el conjunto de capacidades no cognitivas mediante las cuales dirigimos nuestras propias emociones y sentimientos, y guiamos nuestros pensamientos y acciones. Comprende las habilidades de conocer y mantener el control de las propias emociones, tener una perspectiva optimista de la vida (auto motivación), comprender las emociones de los demás y establecer relaciones sociales adecuadas.

La importancia de la inteligencia emocional radica en que nos permite enfrentar con éxito las demandas y presiones del medio (escolar, familiar, laboral); en consecuencia, el desarrollo de la inteligencia emocional, particularmente en los niños de nivel inicial y primaria, permitirá comprender y regular las emociones negativas que afectan el aprendizaje escolar, entender las emociones de los demás, posibilitando mayor eficacia en las relaciones interpersonales, favoreciendo el aprendizaje social de los educandos.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Tiempo de Amar y Tiempo de Reír

TIEMPO DE AMAR Y TIEMPO DE REÍR
Nicanor Becerra castañeda

Es frecuente escuchar a nuestro alrededor expresiones de pesimismo, dolor, desesperanza, ante los problemas de cada día; no es tan sólo la situación económica, los conflictos sociales, la violencia, la pobreza, la corrupción y crisis de valores que corroe a la sociedad, es también, la incapacidad individual, la falta de perspectiva, la baja autoestima, la pérdida de fe, de que está en uno mismo superar cualquier situación por muy adversa que se presente.

Dice el sabio Salomón que todo tiene su tiempo: tiempo de amar, tiempo de paz, tiempo de edificar, tiempo de reír, luego del tiempo de odio, de guerra, de destrucción y de llanto que nos tocó vivir. Todo tiene su tiempo, no lo olvidemos. Leamos el texto íntegro de Salomón:

"Todo tiene su tiempo, y todo
lo que se quiere debajo del cielo
tiene su hora.

Tiempo de nacer, y tiempo de morir;
tiempo de plantar, y tiempo de
arrancar lo plantado;

Tiempo de matar, y tiempo de curar;
tiempo de destruir, y tiempo de edificar;

Tiempo de llorar, y tiempo de reír;
tiempo de afligirse, y tiempo de
bailar;

Tiempo de esparcir piedras, y tiempo
de juntar piedras; tiempo de abrazar,
y tiempo de abstenerse de abrazar;

Tiempo de buscar, y tiempo de perder;
tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

Tiempo de romper, y tiempo de coser;
tiempo de callar, y tiempo de hablar;

Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer;
tiempo de guerra, y tiempo de paz.

Aquello que fue, ya es; y lo que ha
de ser, ya fue; y Dios restaura
lo que pasó".

(Eclesiastés, cap. 3: 1-15)